PARA LOS DRAGONES

Hay que escribir para los dragones.
Hay que secarse en el intento si es necesario.
Vienen a desintoxicarse del mundo mundano,
vienen a escucharnos, sólo, si en realidad oímos.
Vienen como diez.
Traen buenas nuevas y una llama encendida en el pecho, que nunca tuvo ese tono azulado que danza eterna, hipnotizante.
Hay que alimentar a los dragones con lo que pidan.
No vaya a ser que perdamos de nuevo la oportunidad de liberarnos de una vez por todas.
Hay que escribir para los dragones.
Para que sepan que acá, son siempre bienvenidos