CUANDO LA MAREA BAJA
El sol se divisa en el horizonte y las aguas muestran su lado mas amable
La marea baja
A su paso se descubren caracoles y besos enterrados por la noche.
Pequeños estuches de madera repletos de alegría y calma infinita que trepan por mi espalda, como el mar mismo.
Salado
infinito
Corrientes y chorros frescos, necesarios para levantar la cabeza y mirar afuera.
Que cosa necesaria
Que cosa necesaria
Pero aún pienso en el sueño soñado.
Las algas del destierro me toman por los tobillos y no piensan soltarme
Por lo menos atino a sacar la cabeza (bien dicho) y mirar, en un consuelo desconsolado y azul la maravilla del mundo exterior.
Y como no hay marea que baje sin que suba de nuevo, mi actitud ahora, ya es diferente
Solo tomo aire suficiente para zambullirme en el olvido de una coma, pensando en que la marea bajará de nuevo.
Mañana.
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